El Gobierno va a aplicar un aumento del 9% a las tarifas de energía eléctrica hogareña, en lo que será el primero de dos aumentos a lo largo de este año. La decisión se tomó luego de una reunión entre el presidente Alberto Fernández, el ministro de Economía Martín Guzmán y el jefe de Gabinete Santiago Cafiero.

El encuentro terminó además con el pedido de renuncia a Federico Basualdo, el subsecretario de energía Eléctrica, en medio de una dura interna entre partidarios de pisar las tarifas, por un lado, y conceder aumentos para limitar el gasto en subsidios, por el otro.

Junto con la decisión de salir del congelamiento de tarifas en el sector eléctrico, dijeron fuentes oficiales, empieza además una etapa de trabajo de segmentación que estaba visiblemente retrasado para que los subsidios dejen de ser planos, iguales para todo el mundo.

La posición fiscalista de Guzmán salió como ganadora luego del laudo presidencial entre dos facciones: una que tenía la mirada puesta en proteger el salario real en lo inmediato y otra que hacía hincapié en moderar el costo de los subsidios, por el riesgo futuro de un desequilibrio fiscal y monetario.

Economía tenía que decidir en estos días si aceptaba la propuesta de incremento de boletas del gas que propuso el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), que estableció que por el transporte y la distribución de ese fluido haya desde mayo un incremento de entre 6 y 7 por ciento para usuarios residenciales y de alrededor de 4% para pequeñas y medianas empresas.

El aumento, finalmente, estará incluso por encima de esa recomendación. En línea con las aspiraciones de Guzmán de que los gastos del Tesoro en materia de subsidios se mantengan estables durante este año, en términos de su tamaño en comparación con el producto bruto. (Fuente: Infobae)