Las cámaras de productores de cerdos de Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba analizaron los problemas de la actividad, en especial la necesidad de preservar el estatus sanitario ante la importación de carne porcina de EEUU.
Santa Fe fue sede de la 2ª Jornada de Producción Porcina de la Región Centro, con el objetivo de poner en debate y visualizar los desafíos que se le presentan al sector actualmente, intercambiar opiniones y, principalmente, establecer objetivos comunes entre los productores. El encuentro fue organizado por la Asociación de Productores Porcinos de la Provincia de Santa Fe (Apporsafe), con el acompañamiento de la Cámara de Productores Porcinos de Córdoba (Cappcor) y la Cámara de Productores Porcinos de Entre Ríos (Capper).
Este tipo de jornadas es clave para el sector dado que entre las tres provincias concentran casi el 65% de la producción de cerdos del país. La finalidad no sólo es tratar las temáticas actuales, sino también profundizar en cuestiones técnicas y brindar diversos aportes para la mejora de la productividad y eficiencia. En este sentido, además, es fundamental el análisis del panorama que presenta el mercado, tanto regional como nacional e internacional.
El presidente de la Apporsafe, Marcos Diankoff, fue el encargado de brindar el discurso de apertura. En ese marco, se explayó sobre las preocupaciones que aquejan a los productores, principalmente el status sanitario argentino y los riesgos que se corren actualmente. A través de un video explicativo, expuso sobre las consecuencias del ingreso de la enfermedad PRRS y la necesidad de preservar el status alcanzado en el país.
En línea con estos desafíos y bajo la necesidad de apostar a la defensa de los intereses compartidos entre los actores de la cadena, Juan Pablo Cerini, titular de Capper, centralizó su discurso en la importancia de la institucionalidad. El representante de los entrerrianos remarcó que es vital el funcionamiento armonioso y de forma coordinada entre las diferentes cámaras que aglutinan a los productores, para afrontar los desafíos en conjunto.
Inversiones y eficiencia. A la hora de las disertaciones, una de las más esperadas fue la de Juan Manuel Garzón, economista Jefe del Ieral, de la Fundación Mediterránea, quien se preguntó por el crecimiento que puede alcanzar el sector y los desafíos que enfrentarán los productores. Al respecto, destacó el incremento de las inversiones en todos los estratos, pero fundamentalmente en establecimientos medianos y grandes y en el número de madres. Según datos del Senasa, en los últimos años se crearon más de 40 establecimientos de 500 madres, alcanzando de esta manera las 110 granjas con esas características.
La eficiencia fue uno de sus ejes centrales, por lo cual planteó como ejemplo el aumento de la productividad del sector en los Estados Unidos a través de la disminución de las madres y la mejora en su eficiencia, como así también el incremento de la escala, lo que los ubicó como país líder en la producción y exportación. Además, analizó costos de una granja prototipo y puso a la eficiencia como clave en los márgenes de ganancia con el incremento del precio del capón en un 30% y de los costos en tan sólo un 10% en los últimos tiempos.
Crecimiento y sanidad. Por otra parte, Garzón analizó la evolución del mercado interno a largo plazo, en función del consumo de los tres tipos de carne (cerdo, vaca y pollo) y proyectó un significativo crecimiento para el sector. Según estimó, una vez estabilizado el sector sobre la base de precio y calidad, debería alcanzarse el consumo de 24 kilos por año hacia 2024. Entonces, se produciría una saturación del mercado en aproximadamente 12 años, lo que obligaría a los productores a la búsqueda de nuevos mercados.
Por otra parte, se refirió a la apertura comercial dispuesta por el Gobierno nacional, uno de los temas que más preocupan al sector. Si bien el economista admitió que si vendemos debemos comprar, se preguntó si es posible tener reciprocidad entre países en desigualdad de condiciones, es decir, con asimetrías.
En este sentido, desde la Capper la apuesta es la defensa de la producción nacional y el cuidado estricto de la sanidad, poniendo una especial atención a la bioseguridad y exigir a las autoridades competentes las medidas necesarias para garantizarla.
DEFINICIONES AMBIENTALES
Las definiciones ambientales fueron parte central también de la jornada. Nicolás Sosa, ingeniero agrónomo especializado en el tema porcino, fue quien se explayó sobre la concentración de residuos generada en el proceso de producción de cerdos. En relación a ello, remarcó la necesidad de que los mismos sean manejados correctamente para no generar un impacto ambiental. Asimismo, puso sobre la mesa la diversidad de reglamentación existente sobre la temática en las tres provincias. En este sentido, uno de los temas a resolver es la armonización de las reglamentaciones.
En esta línea, Sosa expuso sobre la posibilidad de usar las heces y orinas de los cerdos, este subproducto, como fertilizante, además de utilizarlo como factor para la recomposición de las propiedades del suelo. Al respecto, con el caso de España como ejemplo, se explayó en la necesidad de concretar un ciclo cerrado, que tras un tratamiento y gestión adecuada pueda ser utilizado para la fertilización de cultivos y recomposición de suelos, como una de las opciones con mejor impacto ambiental. Asimismo, señaló la posibilidad de construir biodigestores para la generación de energía, una alternativa más compleja que requiere de mayor inversión y tecnicicidad.
En relación a esta temática, claramente en pleno debate entre los productores porcinos, el ingeniero agrónomo Carlos Arnold brindó su mirada sobre las experiencias del uso de residuos pecuarios de un grupo de productores de Cappcor, además de la intención de la institución cordobesa en la adecuación de la reglamentación ambiental de su provincia. (Fuente: El Diario)
10 de Octubre (Valor Local)